12.7.09

"Caritas in veritate" para América Latina


Carta abierta dirigida a Benedicto XVI en nombre de los pobres


Del padre Joaquín Alliende ante la encíclica "Caritas in veritate"


ZENIT.org


CARTA ABIERTA

Santo Padre, por mi trabajo, tengo el don de escuchar el clamor de los pobres de más de 140 países. Me permito hablarle en nombre de ellos. Gracias por su grito contra el escándalo de la injusticia. Gracias por mostrarnos el camino de la esperanza que no es otra ilusión más, otra aventura hacia un nuevo fracaso. Gracias por su encíclica "Caritas in veritate". Sus palabras proclaman que la pobreza y la desigualdad en el mundo no son un hecho fatal, una catástrofe de la naturaleza. Usted nos urge a tomar conciencia de nuestra libertad. Despierta nuestra responsabilidad para plasmar un siglo XXI en la paz que nacerá de la verdad y la justicia. Usted nos comunica la sabiduría de Cristo. Nos muestra el amor inteligente, racional y eficaz. Su carta abre el horizonte de la fraternidad práctica y sólida. En ella, resplandece la verdad esencial de la amistad humana. En su encíclica responde a nuestras preguntas claves: los habitantes de la tierra ¿pueden vivir como hermanos?; el más necesitado ¿puede ocupar el primer lugar entre todos?; ¿cómo podríamos ser hermanos, sin ser cada uno, hijo del Dios vivo? Tras el descalabro de la crisis financiera, usted señala que la justicia solidaria no se establece sólo haciendo un ajuste monetario. Más allá del cambio de leyes y reglamentos, usted reclama una firme decisión ética, en la convivencia nacional y global. Usted se atreve a exigir, además, el espacio de la fraternidad gratuita y creativa. A los dirigentes del mundo, les propone el Evangelio como alma de la economía del tiempo futuro. Gracias, Santo Padre, por su crudo realismo y por la verdad del amor sin transacciones.

Respetuosamente,

Padre Joaquín Alliende



"Caritas in veritate"

Una encíclica para América Latina


Por Leonidas Ortiz, director del Observatorio Pastoral del CELAM


ZENIT.org

1. Frente al atraso de nuestros pueblos: "la caridad en la verdad", impulsora de un auténtico desarrollo.

2. Frente a sistemas políticos endebles: la consolidación de regímenes democráticos capaces de asegurar libertad y paz.

3. Frente a los conflictos internos y externos: promover un diálogo sustentado en valores, escuchando la voz de las poblaciones interesadas.

4. Frente una visión antropológica inadecuada: una evangelización que promueva el desarrollo integral de la persona.

5. Frente a la crisis que viven nuestras comunidades: una visión articulada del desarrollo y una nueva síntesis humanista.

6. Frente al desprecio por la vida humana: la apertura a la vida, la cual está en el centro del verdadero desarrollo

7. Frente al ateísmo práctico, al fanatismo y al indiferentismo religioso: afirmar la presencia de un Dios que es garante del verdadero desarrollo de la persona y de los pueblos.

8. Frente a un desarrollo sin alma: estimular la vivencia de un amor rico en inteligencia y de una inteligencia llena de amor.

9. Frente a la inequidad social: dar espacio al principio de gratuidad como expresión de fraternidad.

10. Frente a las graves distorsiones de la economía: una ética financiera internacional y responsabilidad social de la empresa

11. Frente al creciente fenómeno del desempleo: fortalecer una política de un empleo decente para todos y todas

12. Frente a una globalización de corte neoliberal: favorecer una integración planetaria de orientación personalista y comunitaria, abierta a la trascendencia

13. Frente a la pobreza de los pueblos en desarrollo: promover una cooperación internacional que tenga en cuenta la solidaridad de la presencia, el acompañamiento, la formación y el respeto

14. Frente al deterioro de la ecología: se hace necesaria una alianza entre el ser humano y el medio ambiente

15. Frente al fenómeno de los desplazados y de los migrantes: tener en cuenta su cultura, sus valores y su contribución al desarrollo del país que los acoge

16. Frente a los nuevos desafíos en la comunidad internacional: promover la reforma de la ONU y dar una voz eficaz a las naciones más pobres





3.7.09

Caritas in veritate



LOS DESAFÍOS DE MÉXICO,

SEGÚN BENEDICTO XVI

Discurso al nuevo embajador ante la Santa Sede


ZENIT.ORG

La libertad religiosa no es un derecho más, ni tampoco un privilegio que la Iglesia católica reclama. Es la roca firme donde los derechos humanos se asientan sólidamente, ya que dicha libertad manifiesta de modo particular la dimensión trascendente de la persona humana y la absoluta inviolabilidad de su dignidad. Por ello, la libertad religiosa pertenece a lo más esencial de cada persona, de cada pueblo y nación. El significado medular de la misma no consiente limitarla a una mera convivencia de ciudadanos que practican privadamente su religión, o restringirla al libre ejercicio del culto, sino que se ha de asegurar a los creyentes la plena garantía de manifestar públicamente su religión, ofreciendo también su aportación a la edificación del bien común y del recto orden social en cualquier ámbito de la vida, sin ningún tipo de restricción o coacción.







"Caritas in veritate"
en cápsulas





CARTA ENCÍCLICA
CARITAS IN VERITATE
DEL SUMO PONTÍFICE
BENEDICTO XVI
A LOS OBISPOS
A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS
A LAS PERSONAS CONSAGRADAS
A TODOS LOS FIELES LAICOS
Y A TODOS LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD
SOBRE EL DESARROLLO
HUMANO INTEGRAL
EN LA CARIDAD Y EN LA VERDAD



A la luz de la caridad en la verdad


ZENIT. ORG

Está cercana la publicación de mi tercera Encíclica, que lleva por título Caritas in veritate. Retomando los temas sociales contenidos en la Populorum progressio, escrita por el Siervo de Dios Pablo VI en 1967, este documento – que lleva la fecha precisamente de hoy, 29 de junio, solemnidad de los Apóstoles Pedro y Pablo- quiere profundizar algunos aspectos del desarrollo integral de nuestra época, a la luz de la caridad en la verdad. Confío a vuestra oración esta ulterior contribución que la Iglesia ofrece a la humanidad en su empeño por un progreso sostenible, en el respeto pleno de la dignidad y las exigencias reales de todos.