29.10.09

Todos Santos, Fieles Difuntos, Jalogüin


Dios está con nosotros.

Y Él nos hace santos.


Más allá de lo deforme de nuestros defectos y limitaciones, está la verdad, la gran verdad: que somos hijos amados de Dios, que la humanidad no está condenada sino salvada por el gran amor con que Dios nos ama. Nosotros, un nosotros muy grande, que abarca a toda la humanidad en el pasado, el presente y el futuro, somos los santos de Dios, los santos que hoy celebramos. Porque Él es bueno.


Salimos a la calle con la sonrisa en el rostro y dispuestos a seguir luchando por mejorar nuestra propia vida y por mejorar este mundo. Por hacer que sea la casa de Dios, la casa de todos, el Reino por el que Jesús dio su vida.


Fernando Torres Pérez, cmf


Artículo completo en: ciudadredonda.org






Fieles difuntos


Orar por las almas de nuestros seres queridos

La festividad de los fieles difuntos reitera la promesa de Nuestro Señor de la vida eterna...

La existencia de un alma espiritual, como entidad tangible, con existencia independiente...

El alma es un signo de Dios, una joya celestial que no han logrado comprender a cabalidad los estudiosos mas doctos de todas las ciencias: la psicología, la filosofía, la psiquiatría, la medicina, la teología y en general, todas aquellas que examinan y analizan la existencia humana tras concluir la vida en el plano material. El alma es la primera prueba de la existencia de Dios y la primera en cantar la gloria del Altísimo. El alma fiel a Dios regresará a Él y se envolverá en su luz.

Guillermo Barrera Fernández

Artículo completo en: siame.com.mx

28.10.09

Jalogüin


¿Te has preguntado por qué te disfrazas o por qué disfrazas a tus hijos?


Disfrazar a tus hijos con el argumento de que todos lo hacen no se me hace buen argumento. Las mayorías no siempre tienen la razón. Hace ya algunos siglos la mayoría pidio para Jesús la crucifixión. Hacerlo porque es la moda tampoco es argumento, porque también las estadísticas señalan que muchas mujeres son maltratadas, pero no por eso se vale lastimarlas.


"No tiene nada de malo" dicen algunos. Nos podemos autoengañar y pensar que es algo inofensivo, pero relajar los valores no los reafirma, antes los pierde.


Artículo completo en: www.albertmingo.blogspot.com